Cruzando por el centro de nuestra averiada ciudad me encontré con un letrero que rezaba: PELIGRO HOMBRES TRABAJANDO. Nada nuevo se podría decir. Sin embargo, creo que esto no se debe tomar tan a la ligera.
Por una parte, habría que considerar qué es lo peligroso. ¿El trabajo que se ejecuta? ¿los hombres que lo ejecutan? ¿Ambos dos?
Vamos por partes.
Hay trabajos peligrosos, ¿Qué duda cabe? El senador Navarro por ejemplo un día cualquiera de fin de semana en que andaba trabajando en la nieve y tuvo un accidente laboral de graves consecuencias y para peor le cuestionan el accidente. ¡Qué peligroso, verdad!
¿Es acaso que son peligrosos los hombres que ejecutan el trabajo? Para pensarlo... Ejemplo de aquello es que en un importante edificio de Valparaíso hay hombres de cierto riesgo, con peleas y riñas de por medio y mucho engaño por lo demás. Tanto es así que una vez al año suspenden las actividades por un mes entero. Debe ser muy peligroso lo que hacen.
Pero volvamos al tema del letrero (es peligroso distraerse).
Hubo letreros de este tipo por largo tiempo en un cerco que hermoseaba la plaza de armas de Los Ángeles, felizmente sacaron el cerco y con ello los letreros y aparentemente, el peligro pasó. Pasó para la plaza, pasó para los tilos, para la palmera y tanto otros árboles que la habitaban.
Esperemos que la próxima vez que se ejecute una nueva remodelación, el peligro no sea el de acabar con nuestros espacios verdes y terminar quedándonos con una plaza de concreto y sigamos teniendo miedo cuando haya HOMBRES TRABAJANDO.
Rubén Jerez Olmedo
Agradecemos la fotografía de Max Contreras Navarrete https://www.instagram.com/mcn_fotografia/