La Piratería

Quién no se ha visto tentado de comprar en la calle ese CD soñado de su artista favorito o el Best Seller que nunca pudo leer por falta de piticlines y que ahora está aquí en la calle a alcance de la mano, mejor dicho, del pie (así se eligen) y por una módica ¿$luca?

En este nuevo “arte” del copiar y pegar todo es posible (pregúntele a Navarro), no hay candado ni clave que valga para estos verdaderos maestros del asalto cibernético-electrónico, ya sea grabado o impreso, Ud. puede encontrar el producto incluso antes de su lanzamiento oficial, novedoso ¿verdad? una verdadera ganga.

¿Qué es la piratería?

¿Es el afán económico de algún rufián de querer ganarse algunos pesos con el sudor de las neuronas de otro? ¿o es la venganza de las clases más desposeídas, menos pudientes por querer acercarse a la cultura y al arte con lo poco que tienen, haciendo de tripas corazón para comprarse un librito de algún autor capaz de iluminar el sentido de la vida en este valle de lágrimas o el CD del gorrión de Conchalí para tener una vez más una lágrima en la garganta? Es difícil dar con una respuesta certera, lo cierto es que en este tema y como en muchos otros, por no decir en todos, unos ganan y otros pierden.

¿Quiénes pierden?

¿Pierde acaso el artista o pierde la empresa editora?, la que ha “invertido en este cabrito solo para darle una oportunidad”. No es raro que siempre o casi siempre, para no ser tan tajante, las mejores obras son póstumas en el caso de los escritores y los compilados en el caso de los músicos y cantantes.

No seamos mal pensados, son homenajes que se les rinden porque “usted lo ha pedido”.

¿Quienes ganan?

¿Gana acaso el que compra un CD que nunca pudo escuchar o que si lo escuchó una vez, su reproductor murió para siempre? ¿De ahí vendrá el No mate la música? ¿Gana acaso el lector que se llevó su Obra Magna por una $luca y al empezar a hojear se da cuenta que le faltan páginas o que hay algunas ilegibles?

¿Gana acaso el vendedor callejero, ese que vocifera “oiga mire lleve de lo bueno por solo mil pesos”, si al poco rato llegan los verdes y se lo llevan en pro del derecho de autor y otras yerbas, que en este caso no tienen que ver con “otras yerbas buenas”?

Se roba a los ricos para que lean o escuchen los pobres o se ensucian todos en este lodazal seudo artístico-intelectual. Creo que esto es como la guerra, nadie gana, todos pierden.

Rubén Jerez Olmedo

Agradecemos la fotografía de Max Contreras Navarrete https://www.instagram.com/mcn_fotografia/