El arte en todas sus formas, ya lo hemos dicho antes, es bálsamo para el alma.
El arte es - frente al mal de la humanidad, como medicina- pero como medicina homeopática, que se debe utilizar con disciplina y perseverancia para que logre su efecto. De otro modo, será como un analgésico o antinflamatorio, que hará efecto solo para la ocasión.
Si queremos ver el mundo de otra manera, que sea a través del ARTE, y tal vez nuestra mirada y apreciación de las cosas de los acontecimientos y de la vida sea distinta.
Disfrutemos de la poesía sin prejuicios, derribando paradigmas. Hay buena poesía en todos lados, es transversal a la religión, a la política, a las distintas culturas.
Leamos y disfrutemos.
NO ME MUEVE MI DIOS PARA QUERERTE
(Anónimo)
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar de ofenderte.
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Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.
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Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
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No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Agradecemos la fotografía de Max Contreras https://www.instagram.com/mcn_fotografia/